Este año las vacaciones sí que han sido buenas. Levantarse tranquilamente y preocuparnos por si nos íbamos de vinos o a la playita fueron nuestros mayores dilemas.
Empezamos en Asturias. Allí disfrutamos de unos días en compañía de Unhinged, Amicca, Endoxablog, Fritanga, Javier Mije y Sara. Hacía varios años que no compartiamos todos juntos un vino, así que nos resarcimos a base de sidrina y fabada.
Los días que pasamos en Santiago fueron dulces y lentos, dedicados únicamente a hacer el vago de una forma indecente. Volvimos por León y disfrutamos en 'La Cueva del Cura' de una estupenda comida rematada por un licorcito de avellana 'Los Prietos' de lo más recomendable.
Y para que la morriña de la vuelta fuera suave, este finde he vuelto a Santiago con Elena y Marijo, a pasar un par de días de relax y ver si les meto el gusanillo de Galicia en el cuerpo.
Lo mejor de estos últimos cuatro días fue ver a la Reina Mora, que se nos había escapado a Ribeira en vacaciones. El encuentro (como siempre) me supo a muy poco y me dejó con ganas de más, por que se la echa mucho de menos para verla apenas un par de horas cada medio año, pero espero que en septiembre podamos tomarnos unas sidras en Asturias durante al menos un par de días. Y si puede ser en compañía de Lucía, aún mejor.
El atardecer del sábado en el 'Castro de Baroña', en el que incluso nos acompañaron unos delfines justo cuando se estaba poniendo el sol, cerró un fin de semana estupendo.