17 junio 2007

Deutschland


Pues se acabó mi semanita por Alemania. No hicimos demasiado turismo, pero nos dio tiempo a visitar Fallersleben, un pueblo cerca de Wolfsburg (mucho más pintoresco), y el último día Braunschweig, una ciudad algo más al sur dónde pasamos la última tarde. Me llamaron la atención cosas como que los conejos viven a sus anchas en parques y jardines, que Fallersleben tiene un precioso parque muy bien cuidado, que aunque se cena pronto la gente está tomándose cañas tranquilamente hasta las diez de la noche, que como hay montones de casitas con jardín hay montones de macro tiendas dedicadas a la jardinería y en definitiva, que parece que se vive muy bien. El alemán no resultó tan incomprensible como había pensado en un primer momento (lo cual fue todo una sorpresa) y la gente con la que estuvimos absolutamente encantadora. Un lujo de semana.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tanto conejo a sus anchas... si se comen todas las flores. Sé de unos que les daría algo ;) Me gusta tu resumen fotil pero no sales en ninguna. Eso no se vale.
bks